El día de la Boda es uno de los días más especiales de la vida de cualquiera. Nos lleva mucho tiempo prepararlo, sin embargo pasa rapidísimo. Y por mucho que la gente te diga;»¡Aprovecha que pasa volando!» no hay mucho que podamos hacer más que disfrutarlo lo máximo posible saboreando cada momento porque no se va a repetir.
Es un día bonito, de nervios y emociones, rodeado de las personas que más quieres. Ese día pasan muchísimas cosas que querremos recordar, muchos detalles, momentos, personas…
Para eso estamos los fotógrafos. Para documentar ese día tan especial con todo detalle y así recordar lo bien que lo pasasteis. Lo divertido y lo bonito que fue.
Como fotógrafa siempre os aconsejaré que contéis con un profesional para la ocasión, y si soy yo mejor 😉
Hablando en serio: todo el mundo tiene un amigo, una prima o un cuñado apañado con las fotos y que tiene una buena cámara pero, aunque realmente sea muy apañado, hacer las fotos de una boda nada tiene que ver con las fotos de un paisaje, un partido de futbol o una comida familiar.
A todos los fotógrafos nos han venido en alguna ocasión pidiéndonos que arreglemos sus fotos. Y creedme cuando os digo que, una vez hechas, difícilmente tienen arreglo. A veces lo barato sale caro ¡no os arriesguéis!
Hablad con un fotógrafo profesional y explicadle qué idea tenéis para ese día. Os acompañaremos y os aconsejaremos lo mejor posible para que quede constancia de cada detalle.
A mí personalmente me encanta acompañar a los novios en su día. Estar en los momentos importantes de la vida de las personas me parece un verdadero privilegio.
Como siempre os dejo una selección de fotos ¡espero que os gusten!







Leave a reply